Sigue nuestros consejos y trucos para que tus audífonos funcionen bien y te duren el mayor tiempo posible.
Los audífonos de calidad suelen tener una vida útil de entre tres y siete años. Un buen cuidado maximizará la vida útil de tus audífonos y te ayudará a no tener que sustituirlos muy a menudo.
Los pequeños componentes del interior de los audífonos son resistentes, pero todos los aparatos electrónicos son vulnerables a los impactos.
Al estar en contacto con la piel, los audífonos acumulan humedad en el interior de sus carcasas.
La suciedad se acumula dentro y fuera de los audífonos, lo que puede bloquear el sonido, retener la humedad e impedir que funcionen correctamente.
Los audífonos Bernafon resisten a la lluvia y al sudor.
Sin embargo, una exposición prolongada puede ser perjudicial, por lo que es importante reducir al mínimo el contacto de los audífonos con el agua y secarlos con regularidad.
El agua salada puede dejar cristales de sal en el interior de los audífonos, la arena puede obstruir los puertos del micrófono y la crema solar puede contener sustancias químicas que dañen la carcasa de los audífonos.
Algunos productos que nos ponemos en la piel y el pelo pueden tener efectos perjudiciales para los audífonos. Pueden ser lociones para después del afeitado, lacas para el pelo, aceites, perfumes, protectores solares, repelentes de insectos y gotas para los oídos.
Las temperaturas muy altas y la luz solar directa pueden dañar los audífonos e incluso fundir su carcasa.
El frío puede afectar a las pilas de los audífonos. Las bajas temperaturas dificultan el funcionamiento, lo que también acorta la esperanza de vida. Las bajas temperaturas también pueden provocar problemas de condensación.